Nuevos horizontes
Es cuando te encuentras a solas contigo mismo que empiezas a recibir las respuestas a todas esas inquietudes que llevabas dentro, aquellas que te apretaban el pecho, te dolían en la panza, en la espalda… en todo.
Hay momentos en la vida en los que te das cuenta de que debes dejar de escuchar los consejos de los demás para empezar a escuchar tu voz interior. Sí, ser más inocente y no buscar la aprobación de todos para hacer lo que tu corazón dicta. Liberarte de prejuicios, bajar la ansiedad. Dejar de pensar tanto en el futuro como en el pasado. Soltar los miedos de experiencias anteriores y volver a ser como un niño que hace todo por primera vez: sin cuestionarse, sin pensarlo demasiado, sin pedir permiso.
A veces (y quizás solo a veces) está bien actuar desde el instinto, especialmente cuando se trata de asuntos del alma.
Es divertido planificar, pero no siempre es sano hacerlo en cada ámbito de la vida. En lo que respecta al amor y las relaciones, hay algo mágico en dejarse llevar, sentirse en una nube, volar, entregarse sin reservas.
Purificarse es guardar el pasado en un cajón (después de haber aprendido de él, claro) y permitirse simplemente sonreír, recibir, conectarse con Dios y, por lo tanto, con uno mismo. Es atreverse a liberar la mente, a comprender, a poner PAUSA.
Tal vez esta sea una de las formas más simples y a la vez más profundas de dejar de prestar atención al “qué dirán” y, por una vez en la vida, hacer aquello que el corazón nos pide. Soltar los prejuicios de los demás y alinearse con el universo. Ser feliz.
Es fácil decirlo, difícil hacerlo. Pero en esos momentos en los que te dejas llevar por lo que sientes, la mente y las opiniones ajenas dejan de importar.
Es hermoso verte superando, paso a paso, sin prisa pero sin pausa, como una tortuga, esos grandes miedos.
Es hermoso liberarse, sentir, entregarse, conectarse, decir:
"Gracias por tu consejo, pero esta vez me seguiré a mí mismo."
Es hermoso bajar la guardia y abrirse a recibir todo lo que la vida tiene para darnos.
Entonces, aprender, disfrutar, sentir, tocar, escuchar, respetar(se), cuidar(se), mimar(se), contener(se):
Amar.
- Explicación del aprendizaje de un alumno a su monje. Tailandia, 1345.
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