Mamá
Agradezco infinitamente a la Vida por haberte elegido como mi madre y porque tú, con todo tu amor, me elegiste como hija.
A tu manera, con tus heridas y fortalezas, con tus aprendizajes pasados y futuros, siempre me brindaste amor. Nunca me dejaste sola. Me contuviste, me levantaste, me diste la mano, un beso y un chupetín.
Eso es lo más lindo que una madre puede darle a su hija, y por eso siempre diré que soy demasiado afortunada por la mamá que tengo a mi lado cada día.
Como hijos, a veces nos toca enojarnos, ponernos tristes, creer que lo que nos dice mamá “no es así”... hasta que entendemos que las madres son el tesoro más grande del universo y que su pecho es el abrigo más seguro que tenemos.
Me diste muchas enseñanzas, me ayudaste a lograr tantas cosas, me mostraste caminos nuevos y me contaste historias que hoy llevo conmigo.
Ahora estoy caminando sola, con la mochila que me diste llena de regalos y amor. Y no tengo más que agradecerte y amarte por eso.
Hoy digo con orgullo que soy la hija más feliz y plena, porque tengo el mejor ejemplo de mujer fuerte, luchadora, madre, esposa, hija, hermana y abuela.
Gracias por tus mimos, por tus rezongos, por tus besos, abrazos y comidas.
Por arreglarme el cuarto, por cuidar la casita.
Por equivocarte y enseñarme que errar es parte de la vida.
Por brindarme la oportunidad de estudiar.
Por cuidarme y ayudarme a crecer como mujer.
Por enseñarme a ser buena hermana, tía, amiga y futura pareja (de alguien que ya vendrá… jaja).
Te amo con todo mi ser.
Dios me ha bendecido contigo y a todos los que te rodeamos por recibir tu amor inmenso.
Y gracias, mamá, por enseñarme frases que guardo en mi corazón:
💛 “Júntate con aquellos con los que nunca te aburras de hablar y con los que siempre logres reírte.” – Mamá.
💛 “La música es una caricia al alma.” – Mamá.
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