¿Lograrás hacerte amigos en solo dos días?
Es fascinante cómo en un hostel se experimentan vínculos, sentimientos y emociones que, probablemente, no surgirían en tu propio país.
Llorar de la risa y también de la tristeza con un conocido-desconocido… conocido, porque la conexión que se genera es tan profunda que la energía compartida borra las diferencias, el anonimato y el misterio.
Desconocido, porque, aun con esa cercanía efímera, es alguien que, quizás, nunca vuelva a cruzarse en tu camino. Y, sin embargo, con esas personas se comparten charlas que difícilmente tendrían lugar en la rutina del día a día con quienes nos rodean.
Una vez más, sigo aprendiendo cada día más a partir del otro.
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