¿Impulsividad o arriesgarse?
¿Dónde se marca la línea entre ser impulsivos y animarnos a arriesgarnos?
Se nos plantea una situación… ¿Decidimos por nosotros mismos o pedimos ayuda y consejos?
Si los pedimos, ¿los escuchamos realmente?
O tal vez, al final, seguimos nuestra voz interior sin importar cuántas opiniones hayamos recibido.
¿O es más fácil hacer lo que nos dicen los demás?
Después de todo, si las cosas no salen bien, siempre podríamos echarle la culpa a otro…
Aunque, en un mundo ideal, sería mejor aprender a agradecerle, ¿no?
Y ahora bien, ¿tomar una decisión por uno mismo es ser impulsivo?
¿O es simplemente atreverse a vivir la vida, tomando decisiones sobre oportunidades que quizás se dan una sola vez y hay que aprovechar?
Es cierto, hay que evaluar las posibilidades, analizar los pros y los contras.
Pero si no nos arriesgamos, tendremos menos oportunidades de explorar, experimentar, aprender y, en definitiva, vivir.
Dicen por ahí: "El que no arriesga, no gana".
- Inspirado por la Psicología que estaba naciendo, Max se planteaba nuevas incertidumbres. 1891. Viena.
Comentarios
Publicar un comentario