Fuerza
Muchas veces nos enfrentamos a situaciones difíciles de comprender. A veces culpamos a los demás, otras a nosotros mismos, incluso a Dios. Pero Dios pone todo en nuestro camino para que crezcamos.
En lugar de preguntarnos "¿quién es el culpable?", debemos aprender a ver la lección. Aprendamos de cada caída, de cada golpe. ¿Qué nos quiere decir el de arriba?
Por lo general, nos cuesta más entender las cosas malas que las buenas; nos cuesta más encontrarles el lado positivo. Pero como diría un angelito por ahí: “De todo lo malo se puede sacar algo positivo, solo hay que buscarlo”.
En momentos difíciles, primero que nada, debemos estar con nosotros mismos. Son tiempos en los que nuestro espíritu, cuerpo y mente están a prueba, y tenemos que darlo todo, aun cuando hayamos tocado fondo.
También debemos estar junto a Dios. Él es quien nos guía y protege siempre. Y no podemos olvidar a todas aquellas personas que nos quieren: algunas nos acompañan en momentos determinados, otras durante toda la vida. Están ahí para ayudarnos, para escucharnos o, simplemente, para darnos un abrazo y quedarse en silencio con nosotros.
Cada prueba que enfrentamos nos obliga a decidir, elegir caminos, tomar decisiones importantes. Los cambios son difíciles, pero siempre traen algo bueno, aunque al principio no lo parezca. Nos hacen crecer, madurar y avanzar en nuestras vidas, y, por ende, nos acercan a la felicidad.
Los cambios o sucesos emocionales bruscos pueden parecer insoportables al principio, pero con amor, se puede. Y cuando logremos atravesarlos, cuando llegue el final de esa etapa, miraremos atrás y nos sentiremos orgullosos de haber tomado decisiones que quizás no habríamos tomado si Diosito no nos hubiera enviado esas señales.
¡Fuerza!
- Carta de Sofía a su prima María. Colombia, 1980.
Comentarios
Publicar un comentario